sábado, 19 de julio de 2008

CASAS OBRERAS



De cáscaras iguales
amarilleando en la juntura fraterna
tan ordenadas
de a diez

Yo sé que tenían pechos
que sin tregua amamantaron
la tierra seca en brazos del tornado
la sábana de niebla que entumeció los sueños

De los alambres en los patios
blanca y tibia leche
colgando
escurriendo
silenciosa
hasta mi boca niña

Casi sin estatura
apenas con dos abrazos algunas con tres
Enrejados los ojos
enrejados para guardar
las estampas de los santos
el olor de los domingos

Y ahora solas
en chales de cal arrebozadas
sus pechos cargan un llanto
un llanto de calaminas
en mi pecho